Una Pyme que se mantiene con esfuerzo del trabajo y calidad de sus productos

Gustavo Laitán es el propietario de un comercio que se distingue por sus productos de repostería. Estuvo en nuestro estudio para hablar de la realidad diaria Es un comerciante de la nueva generación, aunque lleva varios años en Paseo 105 entre 4 y 5, en un local muy pintoresco denominado “La Bollería”, una repostería que, también, vende pan. Esta es una definición del propio Gustavo ya que especialidad es la repostería y en verdad que es un especialista en este rubro y se puede ver y degustar en sus productos. Lo consultamos sobre las dificultades de llevar adelante un comercio en el medio de una crisis inédita, como nunca antes se vio. “Sin duda que impacta la crisis. Es grande, tenemos que esperar los resultados, pero esto va a llevar tiempo y la única manera de afrontar es tratar de sostenerte, fundamentalmente llevar el equipo de trabajo y sostenerlos, el invierno sabemos lo que es en Villa Gesell y con esta crisis empeora. Los costos, los gastos fijos son muchísimos, y lo aguantamos”, expresó el comerciante. Gustavo se destaca por su voluntad de trabajo y el respeto hacia su equipo de ocho trabajadores que lo acompañan desde que abrió el comercio, también está su hijo recibido de chef internacional, que lo secunda en la dirección y el trabajo de la “Bollería”. Este comercio lleva 17 años de vigencia y está consolidado. Como todo comercio geselino la gran preocupación son los aumentos de los costos de los insumos para la elaboración, ejemplo los lácteos aumentan todos los días, son porcentajes muy pequeños, pero que suman y la harina que no para de aumentar. Son los aumentos silenciosos, porque no son grandes ni provocan reacción, pero los comerciantes no pueden trasladarlos al precio para conservar al cliente.